El diario deportivo aragonés Equipo publicó ayer lunes su último número. Durante once años este periódico ha sido la voz del deporte aragonés, y en concreto de buena parte de los logros deportivos de los equipos y buceadores de la FARAS que han llevado llevado los colores de Aragón por toda la geografía española e incluso más allá de nuestras fronteras.
La desaparición de un medio de comunicación es siempre un hecho triste, pues con él desaparece una voz en la cada vez más escasa pluralidad cultural e informativa. Y si se trata de un medio como Equipo, la perdida es todavía más cercana y dolorosa para los deportistas que no practicamos deportes de masas.
Merece la pena leer la carta de despedida de Fernando Ornat, director de Equipo, pues en ella se apuntan claves y datos que nos deben hacer reflexionar a todos los aragoneses:
Hasta siempre
FERNANDO
ORNAT
Éste de hoy es el último ejemplar de EQUIPO. Nacido en 1993 con una periodicidad bisemanal, convertido en diario en1998 con la adquisición de la cabecera por el Grupo Zeta, 10.727 ejemplares después, decimos un adiós agradecido a todos nuestros lectores. Si EQUIPO deja de existir no se debe a que el deporte de Aragón esté muerto ni a que nos haya faltado el apoyo de nuestra entusiasta audiencia. Dentro de la amargura de la pérdida, quienes lo hicimos encontramos ahí un motivo de humilde orgullo.
Naturalmente, como profesionales estamos obligados a lamentar no haber atraído a un público mayor. En este negocio todos los lectores son menos de los que se quieren. En el duro proceso de los últimos meses hemos constatado la fidelidad de quienes nos buscaban en el quiosco. Por desgracia, también nos hemos cerciorado de la dudosa honestidad de muchos discursos públicos: lo que en los actos de entrega de nuestros premios anuales, por ejemplo, eran loas al esfuerzo y la necesidad de un diario deportivo de y para Aragón, se han revelado meras palabras huecas en la intimidad de los despachos, cuando de verdad se les pedía un compromiso. A nadie culpamos por encima de a nosotros mismos, pero la aragonesa es una sociedad de contradicciones que tal vez nos definan: mientras Aragón piensa en optar a unos Juegos Olímpicos, el únicodiario deportivo local desaparece.
Aunque el dato no nos consuela, sabemos que Aragón está entre las comunidades con peor índice de lectura de Prensa de España. Un motivo para la reflexión de todos, nuestra audiencia y, sobre todo, nosotros mismos. El esfuerzo de editar un diario estrictamente deportivo no es nuevo en esta tierra; tampoco es nueva la dificultad de lograrlo. Antes que EQUIPO, Zaragoza Deportiva, Punto Deportivo o Stadio Sport llegaron y salieron del panorama editorial aragonés. Los periódicos han nacido y han muerto desde que existieron, en ésta y en todas las sociedades y circunstancias. Ahora, por desgracia, la tendencia se ha multiplicado. Aquí y allá, en un goteo incesante, desaparecen periódicos de todas las índoles: pequeños, mayores, populares, históricos, gratuitos, de calidad, conservadores, progresistas, económicos, deportivos, especializados, generalistas, pioneros y de referencia. Casi nadie se salva. Los hay que recortan sus plantillas en una desesperada lucha por la supervivencia, y algunos ensayan la metamorfosis para enmarcarse de manera segura y confiable en la nueva sociedad de la información: la de la digitalización, Internet, los proveedores de noticias, los blogs, el periodismo ciudadano y la cultura de la gratuidad. Las incertidumbres son muchas y las empresas periodísticas aún no hemos sabido interpretarlas con la precisión suficiente como para ponernos a salvo. En algunos casos, nosotros mismos nosajustamos la soga al cuello en la angustia de la búsqueda.
EQUIPO cae, como tantas otras cabeceras, víctima de las crecientes constricciones del mercado, de la feroz caída de la inversión publicitaria y de la crisis de identidad y credibilidad de la Prensa escrita. Todos motivos para una reflexión que ya se practica en foros, asociaciones, estructuras académicas y paneles de estudiosos. Por ahora, sin conclusiones eficaces. La desaparición de un periódico convoca un fracaso de ámbito particular –el de sus editores, el de sus jerarquías, desde luego el de sus trabajadores–, pero también una pérdida colectiva. Dentro de su necesario envoltorio comercial, más allá de la pertenencia a una estructura corporativa, a pesar de las estrategias o los intereses mercantiles, un diario significa por encima de cualquier otra cosa la encarnación de un derecho reconocido, legítimo y observado en cualquier democracia: el derecho de los ciudadanos a la información. Con este último número de EQUIPO los trabajadores pierden un empleo y la sociedad aragonesa extravía, en último término, un fragmento de su libertad. En los tiempos que corren, la primera cesión se juzga mucho más concreta y dramática que la segunda. Ambas, en el fondo, son igualmente relevantes.
En el caso de EQUIPO aún se hace posible, y por tanto más doloroso, definir mejor el vacío que provoca su desaparición: el deporte aragonés se queda sin su vehículo de expresión más próximo y comprometido. EQUIPO ha sido en los últimos once años el único diario netamente aragonés, editado en nuestra Comunidad y consagrado a la actividad deportiva de sus ciudadanos y sus equipos. Los que componen la élite y los que practican deporte en el anonimato. Esos que han buscado sus nombres y el de sus equipos entre nuestras páginas, con el inevitable orgullo de sentirse más importantes porque nosotros publicábamos el resultado y la clasificación de su equipo. Otros medios (con los que ha sido un honor competir durante estos años) se ocupan de la actualidad deportiva en Aragón, en mayor o menor medida; ninguno lo ha hecho con la minuciosidad con que a diario lo hemos intentado nosotros. Nuestra mayor vanidad ha sido convertir en titulares la letra pequeña del deporte. Impulsados por la fidelidad de nuestros lectores, hemos trabajado cada jornada de estos últimos once años por que las páginas del diario fuesen una referencia para los miles de deportistas de Aragón. Los profesionales y los aficionados. Los de cualquier rango, los de cualquier actividad. En EQUIPO todos los deportistas, todas las disciplinas, todos los afanes, fueran del tamaño que fueran, han tenido idéntico valor: en 300.000 páginas, las que hemos escrito, nos ha cabido todo.
A todos los que hemos contribuido a la vigencia de este diario a lo largo de su andadura –periodistas, fotógrafos, maquetadores, técnicos, administrativos, comerciales, distribuidores, personal de rotativa– a todos les debemos el agradecimiento de su entrega personal y laboral. Y la dicha de proclamar que hemos sido, de verdad, un EQUIPO con mayúsculas. Durante más de once años, hasta hoy, nos ocupamos en describir el triunfo y la derrota. Por encima de cualquier otra cosa, lo que nos ha interesado es la gloria irrefutable de practicar deporte en Aragón.